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Resumen:
En 1990, Cuba inició una de las crisis más económicas más importantes de su historia, que forzó a las autoridades a desarrollar una política de reforma estructural profunda. A finales de 1994, la economía cubana comienza a presentar síntomas claros de cierto avance en el ajuste de las principales variables macroeconómicas y en la reactivación de la producción. En este trabajo se muestra que no se trata de un proceso de reactivación generalizada, sino concentrada en partes específicas de su sistema productivo, se indican los rasgos más destacados del mismo y se argumentan las causas que lo explican.
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